martes, 18 de agosto de 2009

Marina

Caen gotas gruesas del cielo
y no se detienen los patos a mirar
como las luces fugaces perdieron
alas azules que las hacian volar.
El dolado de la piel de las ondinas
deslucido ha sido por el tiempo
que deshizo los charcos del invierno
y que intenta deslucir aquellos besos
Dulce ala que la mojas cuando llueve
sabe aquella que los dos están muriendo
por la mano y por la letra del destino
que les traza 7 mares de por medio
humedad y sequía los persiguieron
sin por ello sentarse a descanzar
luna y sol perdidos en el firmamento
muerte y vida nunca por llegar
hay pescadores que cuentan que de noche
en las tormentas se los oye lamentar
niebla de noche sendero sin vuelta
ojala supieran andar hacia atrás.

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