martes, 25 de septiembre de 2018

25 de septiembre de 2018

Jueves: Intentan arrebatarme el teléfono en la calle.

Lunes: Cristalean el auto y roban mi bolsa.

Mientras espero a la patrulla hago las llamadas de rigor con un teléfono prestado... Es una mala racha, pienso: ya pasará.

Llega el ajustador (pide identificación  -en la bolsa-, tarjeta de.. -en la bolsa-), la primera patrulla. Me dice amablemente que como no hay cámaras que mejor cuide mis cosas que la oficial a esa hora tiene que vigilar la apertura del banco...

Llega un segundo oficial, repite lo del autocuidado y además comenta que es el primer reporte de robo que tienen en ese lugar (Un instante antes otra señora me dice que días antes robaron el auto de "la señora del auto verde", ando por la vida sin darme cuenta de nada) Nadie reportó los robos anteriores).

Por la tarde me detiene otra madre de familia para contarme que vio a una camioneta negra estacionarse "sospechosamente cerca" del lado que rompieron el cristal...  Me preocupo un rato.

Más tarde me entero por otra madre de familia que dos muchachos armados con un tubo han sido vistos inspeccionando los autos, consistente con los daños en el auto tomo la opción B y me olvido de conspiraciones paranoicas.

Pienso en el uroboros. Cargaba los anteojos en la bolsa porque el cajón de la oficina no tiene llave...
Me gustaban esos lentes.

Pienso también en el tiempo que tomará recuperar mis artículos personales y me resigno.

Pienso también en poner la denuncia y me dicen los conocidos que para qué voy a perder 3 horas en vano si nadie vio nada...

Por la mañana veo que le han arrancado una letra al  emblema del auto... veo por las marcas de uñas que querían el letrero completo pero no se zafó. Nunca he entendido de qué sirve eso de arrancar letreros y antenas a los autos...

Ya no tengo teléfono, ni chip. Como soy un integrante de la generación siempre-conectada a internet me hace sentir incómoda (Hace 20 años el mundo rodaba y no nos importaba un comino).  Además ya nadie pone revistas ni libros en los baños...

Quiero quejarme pero no le veo sentido, de la misma manera que los discursos no curan la nostalgia.

Y de esa me sobra ultimamente.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Valla semana pasada...

3 de septiembre de 2018

El TRI nada me sale bien

Me dije: Voy a echarle ganas, no me voy a enojar por tonterías. Disfrutaré todo. Seré productiva...
Y el universo dijo: ¡Si güey!¡Toma!

¡Que frustrante! Ya tenía un tiempito que las cosas me salían a la primera o a la segunda... así que, que las cosas salgan a duras penas y a la tercera fue un poco desesperante.

 Fue una semana larga para mí, pero no se comparara con lo pesada que ha sido para los demás. (Ohm, y debo cultivar mi paciencia), pero en serio ¡Que la chingada! XD Para el miércoles ya estaba así:



Debo admitir que me tomé mi tiempo, mis patéticos 15 minutos para revolcarme en mi miseria espiritual antes de darme cuenta que nada más me la estoy haciendo de pedo a mi misma, que haciendo coraje no gano nada y ¿Cómo fregaos le hago para devorarme todas esas horas del día sin que me rinda? (stupid alert!)

Y recién me acabo de enterar que se vé como desquitarse con la gente el ir a contarles tus quejas y descargarte el mal pedo (O sea soy mal pedo porque qué mal pedo me pasó y se supone que no le cuente a nadie mis pedos o qué si va el pedo, pero sin coraje ¿? porque luego se ofenden *WTF!)
Pues mejor aquí.

 Al jefe le urge algo y me ha puesto un compa a qué me ayude y como buena neurótica me auto-fatidio con presión para darle instrucciónes claras y precisas. Además presión extra porque primero me lo debo explicar a mí. (Y sí, qué trauma).

La semana qué pasó llegó a su puntó máximo mi mala relación con los call centers y fue más que obvia para mí mi imbecilidad social y el hecho de que todo trámite de cualquier tipo que implique interacción humana no se me da bien el 60% de las veces)

 Lo cierto es que estuve demasiado nerviosa. Soy una bestia de hábitos seguros. La incertidumbre no me sienta, pero nadita. Por eso me gusta que mis boletos lleguen en PDF aunque no sea sexy. Funciona para pasear, el banco y los aviones. Por cargar la cajita brick roja que piensa por mí y pagarle los datos igual me voy a ocupar... así que... (me trauma recoger boletos de cualquier tipo)

Hoy es lunes, un nuevo comienzo, todo saldrá bien. ¿Qué podría ir tan mal? Digo, porque la semana pasada cometí la metedura de pata de defender a mi jefe del 2008-2013 cuando mi jefe actual le echaba tierrita. ¿Por qué no me calle el hocico o me fui a otra parte? No. No lo hice.

pero hice otras cosas bien y eso está chido.

Pasó la semana pasada, ya no estoy hormonal (creo). Traje lonche (aunque ni idea dónde dejé el termo) y me sirvió mucho gritar como histérica en la dama de negro el sábado por la noche.

Voy a poner al TRI y a hacer que las cosas caminen.