jueves, 4 de febrero de 2010

cinco minutos

El sol se empieza a diluir
dejando una sensación de vacio
mis pasos sinteticos
se dejan sentir
entre los granos de polvo escondidos
Tengo perdida a tu otra mitad
por las tardes
ni siquiera sé quien soy
cuando consiento mi propia irrealidad
siento un vacío extremo de dolor
No queda una bruja para quemar
Entre todo lo que nunca dejaste
siguen las manos vacías de soñar
me dicen que un bravo
aguanta en cualquier parte
Mientras yo sigo mirandote perderte
entre los pliegues de mi carne al vapor
cuando la noche se me haga madrugada
tendras tus cinco minutos de terror
ya no le quedan monedas a mi bolsa
y no le sienta tu numero a mis dedos
llegado al punto donde tuerces la boca
ya no te ablanda ni un ciento de te quieros
Mientras yo sigo mirandome perderte
entre los pliegues del abrigo de un señor
y cuando el miedo se valla en la mañana
vere tu bolso olvidado... en el rincon.

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