miércoles, 10 de marzo de 2010

Degeneracion

Cuando las puertas
empiezan a rechinar
y la pluma se escapa de mis dedos
Los insultos en mi cabeza
estocan contra el pasado
ya no te extraño
a ti ni a tu grosería
a tus besos robados
ni a tu poesía de cantina
Es de mañana
me ofreces el sol
la luna y las estrellas
dibujadas en cartón
como un tesoro precioso
como pegol a las moscas
y te adhieres a mí
Me defiendo
como bestia herida
lloro y sostengo
que mil agujas tuyas
no pueden derribarme
y como prometeo
atado a la roca
me regenero cada mañana
para que luego vengas
a devorar la entraña
y a dejar tus plumas
a lacerarme el alma.

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